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Otra vez el Papa da un paso atrás para decir adiós a la discriminación al interior de la Iglesia Católica

Bogotá, 16 de marzo de 2021. Ante la pregunta si la Iglesia disponía del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo, El Vaticano respondió con una negativa y dijo que: “no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio… La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar, todavía no es capaz de justificarlas y hacerlas objeto lícito de una bendición eclesial, porque tales elementos se encuentran al servicio de una unión no ordenada al designio de Dios”. Una vez más la Iglesia no está a la altura de las circunstancias y da un portazo a la comunidad LGBT históricamente discriminada.

Solo gestos y nada de reformas profundas

¿Por qué la jerarquía eclesial insiste en sus posturas discriminatorias? Aunque el mundo cambió, la jefatura de la Iglesia sigue anclada a un pasado que niega los derechos humanos. Insiste en un Dios que hace distinciones por orientación sexual, cuando a decir verdad todas, todos y todes somos iguales ante sus ojos.

Esta era la oportunidad para que la Iglesia hiciera efectivos los actos de perdón públicos, para que no solo se queden en gestos, sino que en realidad transformen las raíces de la Iglesia y sobre todo se practique el verdadero amor al prójimo. Este era el momento para que desde la jerarquía eclesial se empezarán a saldar las deudas históricas de discriminación y persecución a la comunidad LGBT.

Desde CDD Colombia queremos insistir en que esta visión de la bendición de Dios homofóbica y patriarcal no nos representa, y que como creyentes no hay espacio para la discriminación, porque reconocemos un Dios/Diosa que nos ama a todos, todas y todes por igual.

Sobre Católicas por el Derecho a Decidir Colombia

Católicas por el Derecho a Decidir Colombia (CDD-Colombia), es un movimiento autónomo de feministas católicas, comprometidas con la defensa de los derechos de las mujeres, especialmente los que se refieren a la sexualidad y a la reproducción humana, y a una vida libre de violencias y discriminación.

Trabaja por la defensa y promoción de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, la equidad en las relaciones de género, por la ciudadanía de las mujeres desde una perspectiva de derechos humanos, justicia social, teologia feminista y de laicidad para contribuir a cambios socio culturales y al ejercicio pleno del derecho a decidir.